Del recurso natural al subproducto: ¿Subproducto o Residuo?

Reciclar la roba

De manera amplia, un subproducto es un bien secundario obtenido de un proceso industrial que se lleva a cabo para fabricar otro producto.

A partir de una actividad económica, se pueden generar bienes residuales que ya no formarán parte del proceso productivo principal pero que, sin embargo, puede resultar de valor comercial en forma de subproducto.

En Residus Cirera somos especialistas en la gestión de todo tipo de residuos, especialmente residuos industriales. Y no sólo analizamos y buscamos la gestión más sostenible de los residuos de nuestros clientes para darles una segunda oportunidad, sino que nuestro departamento de I+D tiene un reto constante; investigar periódicamente para descubrir nuevas vías de valorización de subproductos.

Por tanto, los residuos los transformamos en subproductos y pasan a ser utilizados como materia prima en otro proceso productivo distinto, no son el primer objetivo de la actividad de la empresa pero la tendencia es intentar aprovecharlo todo, por un lado por la reducción de residuos que implica y por otro porque la empresa en vez de pagar por la gestión de este residuo puede obtener un beneficio económico adicional, creando incluso un negocio paralelo.

Subproducto o residuo

Empresas con conciencia sostenible

Cada vez son más las empresas que buscan materia prima reutilizada, y los usuarios valoran que aunque sea sólo un porcentaje del producto que compran, provenga de “residuos reaprovechados”. 

La lista de empresas que aprovechan subproductos en la totalidad de su producción como Ecoalf, o que tienen líneas sostenibles como Decathlon o H&M, es cada vez más grande y los subproductos cada vez más aprovechados. Las empresas invierten en I+D para dar con ese material que permitirá conseguir darle un valor añadido a su producto.

Los productos que se fabrican a partir de subproducto son diversos y en diferentes industrias, podemos encontrar forros polares a partir de plástico reciclado, chanclas de neumáticos reciclados, camisetas o calzado deportivo de plástico reciclado, biodiésel a partir de aceite de cocina usado, baldosas de material reciclado de demolición, zapatillas de pelotas de tenis o el suelo del parque de juegos de los niños que está realizado con caucho reciclado. 

Está claro que la creatividad y la investigación son clave para darle valor comercial a esos bienes residuales que genera un proceso productivo.

La Agencia Catalana de Residuos, define como subproductos, “aquellos residuos que se utilicen como sustitutos de productos comerciales y/o de primeras materias y que sean recuperables sin necesidad de someterse a operaciones de tratamiento”.

Y nos enumera las condiciones que debe tener una sustancia u objeto para que pueda ser considerada como un subproducto y no como un residuo:

  1. Que se tenga la seguridad de que la sustancia u objeto será utilizado posteriormente,
  2. que la sustancia u objeto se pueda utilizar directamente sin tener que someterse a una transformación ulterior distinta de la práctica industrial habitual,
  3. que la sustancia u objeto se produzca como parte integrante de un proceso de producción, y
  4. que el uso ulterior cumpla todos los requisitos pertinentes relativos a los productos así como la protección de la salud humana y del medio ambiente, sin que la sustancia produzca impactos generales adversos para la salud humana o el medio ambiente.
  • Por tanto, no es lo mismo subproducto que residuo. El primero tiene utilidad y se reincorpora en la economía, y el segundo no. Las empresas deben trabajar para evitar extraer más recursos y disminuir los residuos que genera su actividad. Y son muchas las empresas que no han descubierto aún que sus residuos pueden revalorizarse o convertirse en un subproducto. 

La situación es clara, nuestro planeta no tiene suficientes recursos naturales para seguir nuestro ritmo actual, de hecho, España hace meses que ya ha pasado su "Día de exceso de la tierra" entrando el 12 de mayo en números rojos. O dicho de otra manera, el día 12 de mayo, España ya había consumido todos los recursos naturales que la tierra puede producir en un año.

Todos formamos parte de la solución, ¡vamos a ser proactivos!