Barcelona es una de las ciudades españolas donde la Estrategia de Residuo Cero se aplica con más decisión y con mejores resultados.
Entre los planteamientos que han surgido en los últimos años para reducir el impacto ambiental negativo de nuestros patrones de producción y consumo, uno de los que más llama la atención es la Estrategia de Residuo Cero, por aunar las fuerzas de colectivos locales y actuar en un nivel decisivo: el municipal.
Por la parte que nos toca, queremos hablaros hoy del caso de Barcelona, uno de los municipios europeos que se han apuntado a esta estrategia y que más en serio se la están tomando.
¿Qué es la Estrategia de Residuo Cero?
La Estrategia de Residuo Cero es una iniciativa de ZeroWasteEurope de rango municipal que establece una serie de principios y criterios de actuación para alcanzar una generación de residuos tendente a cero. En un sentido más práctico, se trata de diseñar productos y procesos buscando reducir el volumen y la toxicidad de los residuos generados.
Si bien esta iniciativa parte de principios muy generales, que pasarían por un cambio cultural generalizado y una mayor implicación de la población, también se señalan cambios en las infraestructuras municipales con un fuerte efecto en la gestión de residuos:
- La reducción de residuos en el ámbito local mediante planes concretos con objetivos vinculantes, incluyendo programas de concienciación y de responsabilidad corporativa.
- La recogida selectiva (y la separación de materiales reutilizables, reciclables y compostables), apoyada principalmente en incentivos fiscales y la recogida puerta a puerta (una de nuestras especialidades) con la que estamos completamente a favor, dada su alta eficacia para aumentar los porcentajes de segregación.
- La reducción de la “fracción rechazo”, residuos realmente irrecuperables.
El caso de Barcelona
El municipio de Barcelona cuenta desde 2016 con un plan de actuación basado en la Estrategia de Residuo Cero en el que se implica no solamente el gobierno municipal, sino también otras organizaciones, empresas privadas y el conjunto de la ciudadanía.
Este plan de actuación, alineado también en materia ambiental con la Agenda 2030, ha planteado unos objetivos cuantificables:
- Reducir la generación local de residuos por debajo de los 1,20 kg por habitante y día.
- Alcanzar un nivel de reciclaje urbano del 60 % (actualmente la recogida selectiva se sitúa en el 38 %).
- Obtener una fracción orgánica de residuos con menos del 8% de residuos impropios.
El Ayuntamiento ha definido diez ámbitos de acción y una batería de veinte propuestas de actuación para trabajar de manera prioritaria y dar continuidad a estas políticas de concienciación, por un lado, y de creación de infraestructuras y servicios adecuados por el otro. ¡Todos intentaremos aportar nuestro granito de arena!
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